9 de diciembre de 2010

8 DE DICIEMBRE




Día de la Inmaculada Concepción de María y también tradicionalmente es el día, que debemos armar el Arbol de Navidad. La creencia era comenzar el 8  de diciembre para  finalizar colocando en lo alto del árbol, la estrella que guió a los Reyes Magos hasta Belén, el día 24. Se supone que esta ceremonia la realiza el jefe de familia. Pero, casi no se cumple con la tradición pués la mayoría lo arma completamente el mismo día, para desarmarlo el 6 de enero.


Este día, es la fiesta mariana más conocida y venerada de la cristiandad.
La Virgen María fué concebida sin la mancha del pecado original, como un divino don para quien estaba predestinada a ser la Madre de Jesús.
La Iglesia, comienza a recordar los acontecimientos más importantes de los planes de Dios para salvar al hombre, con el nacimiento de Jesús.
Es a ese tiempo, que comienza después del 30 de noviembre al que los cristianos llamamos "Adviento"; debemos meditar, prepararnos para su venida porque El está viniendo y con su nacimiento, festejaremos la "Navidad".



Personalmente también recuerdo que tuve profundas emociones en el día 8 de diciembre, dificil de olvidar.
Era la fecha de la primera comunión; me sentía como una princesa con mi vestido largo y la coronita con tul en mi cabeza. En el recorrido de casa hasta la iglesia en Deán Funes mi pequeña ciudad natal, la gente pedía que abriera la bolsita limosnera y colocaban monedas. Cuando el sacerdote en el momento de comulgar acercó la hostia, me temblaban las piernas porque hacía lo mismo que vi hacer a los adultos. Bueno, tenía 12 años y todavía jugábamos con muñecas.
El otro momento varios años después, fué cumplir con la ilusión de toda mujer; junto con mi novio (actualmente mi esposo) elegimos esa fecha para comprometernos. Lo hicimos en la Iglesia del Buen Pastor en Córdoba, donde residía con mi familia. Una hermosa capilla, que en aquel entonces era muy visitada por los estudiante universitario y cuyo sacerdote nos apoyaba y aconsejaba siempre. Fueron nuestros testigos mi querida suegra Doña Dominga y mi prima Ana María. 
Bueno, todo aflora con el tiempo pero rescato lo que alguna vez leí, aunque ignoro el autor "No cuentes los años, cuenta los recuerdos".



   
Hoy aclamemos a la Virgen como la hacía el antiguo pueblo "Toda hermosa eres María; no hay en Tí mancha del pecado original"




ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

 Bendita sea tu pureza
Y eternamente lo sea
Pués todo un Dios se recrea
En tan graciosa belleza
A tí, celestial Princesa
Virgen Sagrada María
Te ofrezco en este día
Alma,vida y corazón.
¡Mírame con compasión!
¡No me dejes, Madre Mía!

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